El problema de las historias de videojuegos diseñadas para jugadores distraídos
Videojuegos 2 días atrás
Muchos RPG recientes, como Dragon Age: The Veilguard, padecen de ’netflixización’—diálogos que dan información en cuchara, sin dejar espacio para la interpretación. Esta tendencia podría originarse en ejecutivos persiguiendo hábitos de visualización en segundas pantallas, a pesar de que los juegos exigen participación activa. El resultado son narrativas forzadas que tratan la confusión como fracaso en lugar de oportunidad para el descubrimiento.
Para jugadores que saltan cinemáticas, la narrativa intrusiva resulta molesta, mientras que jugadores atentos la encuentran condescendiente. La suposición de que todas las audiencias necesitan constante guía ignora la diversidad del gaming—algunos jugadores buscan lore profundo, otros priorizan mecánicas. Juegos como The Veilguard fracasan al intentar mediar para todos, satisfaciendo a ningún grupo.
La buena escritura confía en que los jugadores unan pistas. El misterio y respuestas retardadas pueden mejorar la inmersión, pero muchos estudios temen perder audiencias distraídas. La solución no es simplificar historias sino abrazar el potencial único del gaming para narrativas estratificadas y dirigidas por el jugador—antes de que la persecución de appeal masivo arruine por completo la narrativa.